La gestión de la vida familiar y la personal puede llegar a colapsarnos.

Aprende a crear nuevos lazos y motivaciones para reflotar tu relación de pareja.

Las relaciones con nuestra familia directa pueden resultar complicadas y saber encontrar nuestro espacio, asumiendo responsabilidades y poniendo límites, es fundamental.

Vivir para los demás y no pararnos a escucharnos a nosotros mismos genera una inercia negativa para nuestro estado de ánimo y que afecta a nuestra relación con los demás. 

Crear una familia es posiblemente el esfuerzo al que tendremos que dedicarle más tiempo a lo largo de nuestra vida y rara vez nos paramos a pensar qué queremos transmitir y cómo queremos educar a nuestros hijos. Juntos podemos planificar este futuro y hacerlo realidad.