Gestión del cambio, ansiedad.
Lo sabemos pero nos resistimos: todo está en cambio permanente, pero parece que necesitamos aferrarnos a un marco estable que nos otorgue seguridad, y por eso resistimos el cambio. Tenemos miedo a que al alterarse alguna de las circunstancias de nuestra vida (algo que ocurre cada día), perdamos la tranquilidad necesaria para vivir.
Pero esto va contra la propia esencia de la vida que fluye en movimiento permanente. Incluso dentro de nuestro cuerpo, hay células y bichitos en constante actividad y cambio. ¿Qué tal si las bases de mi seguridad las sitúo dentro de mí y no en circunstancias cambiantes?
Si trabajo para conocerme, vivir en confianza y desarrollarme con naturalidad, bailaré con los cambios de la vida, aprovechándolos como una oportunidad, como aprendizajes.
¿Qué es la vida sino una evolución imparable?
Querer detenerla es como no haber comprendido el juego.
Está claro que habrá acontecimientos que nos gusten y otros que no, ocurrirán sucesos que pueden incluso desgarrarnos y en los que nos tocará aceptar y acoger el dolor y confiar a un nivel muy profundo desde el que encontrar paz y consuelo.
Pero no todos los cambios son traumáticos: se cambia de trabajo, de pareja, los hijos crecen y se van, cambia nuestro cuerpo…..yo propongo abrirse a evolucionar por dentro para vivir los cambios que llegan de fuera.
Así, todo se armoniza en ese vaivén constante de la vida. ¿Qué hay impermanente en la VIDA? ¿Nos atrevemos a contestar esa pregunta? Si sientes que hay algo que permanece, ánclate en ello, y desde ahí, a vivir, a jugar. Y justo desde ese lugar, crecerán la sabiduría y la seguridad necesarias para no sentir como una amenaza cualquier posibilidad de cambio.
Qué importante es la actitud: ¿oportunidad o crisis? Afloja, la vida se irá abriendo paso, acepta vivir sin miedo, lo que no quieres que cambie son sólo falsas seguridades.
Respira y ábrete. No te anticipes al futuro, lo cual no tiene nada que ver con que no te organices y programes para gestionar tu tiempo y tus proyectos. Organízate, establece tus principios y vive hoy los cambios de hoy, con la
intensidad necesaria que requieran, como celebraciones de la vida que se mueve. Confía. Sabrás vivir lo que toque.
