Mejorando las Relaciones
Uno de los aspectos más relevantes de nuestra vida y que mayor bienestar produce se basa en tener relaciones saludables y satisfactorias con los demás.
La verdad es que es imposible que me lleve bien con nadie si no me llevo bien conmigo misma/o.
Nos damos cuenta una vez más que para poder cultivar relaciones sanas debemos partir del autoconocimiento: ¿me conozco, me comprendo y me acepto? ¿entiendo la causa y la finalidad de mi comportamiento? ¿Cómo me llevo con mis límites? ¿me doy cuenta de que de un modo inconsciente siempre busco mi bien? ¿vivo según las exigencias de un yo ideal inventado para sacarme de mis limitaciones? solo si me conozco y me comprendo, podré comprender a los demás, entendiendo que son personas con luces y sombras igual que yo.
Pero comprender no significa en modo alguno que tenga que aprobar todas las conductas de los otros. Desde mi equilibrio personal podré elegir lo que me gusta y lo que no, señalare los límites necesarios, establecer la distancia precisa y sentiré afinidades reales, relaciones que cultivar. Hay personas con las que puedo elegir relacionarme y personas con las que necesariamente tengo que convivir, como es el caso de los compañeros de trabajo, a veces de familiares, y que pueden no tener en absoluto ni siquiera un lenguaje parecido al mío.
¿Cómo me sitúo para vivir desde la serenidad estas relaciones? desde mi yo central podré atender el yo central del otro y surgirá el respeto de forma natural, con independencia de que nos guste más o menos la forma de manifestarse de los otros. no tengo que ser amigo/a de todo el mundo y no tengo por qué esforzarme por agradar. mi valor está a salvo de la opinión de los demás. pero puedo vivir la alegría de pequeños o grandes encuentros.
Insisto: “Para relacionarme bien, primero tengo que conocerme, aceptarme y quererme”.
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