
Párate y siente.
El primer paso para establecer metas claras y alcanzables es comprender tus propios deseos y ambiciones. Párate y siente lo que realmente te apasiona y lo que deseas lograr en tu vida. Tómate el tiempo necesario para visualizar tu futuro ideal y cómo te gustaría verte a ti mismo en el futuro. Estas visiones te ayudarán a ver tu camino.
¿Quién establece el lugar hacia el que quiero ir? ¿Desde dónde lo establezco? De nuevo, paro y me permito contactar con el FONDO que me sostiene. desde donde surgirá la dirección hacia la que dirigirme. Entraré en contacto con mis potencias, con lo que estoy llamado a realizar. ¿Dónde me desarrollo? ¿Dónde florezco? ¿Cuál es mi camino de la alegría?
Una vez que hayas identificado tus metas, es importante que sean específicas y medibles. Las metas vagas y generales pueden ser difíciles de alcanzar, ya que no proporcionan una dirección clara.
Además de ser específicas, tus metas también deben ser alcanzables. Considera tus circunstancias actuales, tus fortalezas y debilidades, y establece metas realistas que puedas trabajar para lograr. Establecer metas demasiado ambiciosas puede llevarte a la frustración y al desánimo si no las alcanzas. Es mejor establecer objetivos más pequeños y alcanzables que te impulsen hacia adelante de manera constante.
Una vez que hayas establecido metas claras y alcanzables, es hora de crear un plan de acción efectivo. Esto implica identificar los pasos específicos que debes seguir para llegar donde quieres: qué voy a hacer, cuándo lo voy a hacer, hasta qué punto me comprometo. Rompe tus metas en tareas más pequeñas y manejables, y establece plazos realistas para cada una de ellas.
No olvides que en el camino hacia el logro de tus metas, en el camino de la VIDA, te encontrarás con obstáculos y desafíos. Estos obstáculos son oportunidades para crecer y aprender. Ábrete a disfrutar del aprendizaje y aparecerán soluciones creativas para superar los obstáculos. Aprovecha tu capacidad de adaptación y flexibilidad para fluir con la vida, para ajustar tu plan si es necesario. El juego de la VIDA sería algo así como proponer lo que uno prefiere, actuar en consecuencia, y recibir los obstáculos como oportunidades para reajustarse.
Recuerda también la importancia de celebrar tus logros a lo largo del camino. Cada paso que das hacia el logro de tus metas es un motivo de celebración. Reconoce tus progresos y recompensarte por tu arduo trabajo. Esto te ayudará a mantener la motivación y la determinación a medida que avanzas hacia tus metas. En todo caso, acéptate y quiérete si en algún momento desfalleces, si te equivocas, si las cosas no salen como pensabas. Escucha a la VIDA y vuelve a ponerte en marcha.
Lo importante es el CAMINO. Haz todo lo que puedas y suelta lo que no depende de tí.
Te invito a comprometerte contigo mismo/a y a aprovechar al máximo tu capacidad para desarrollarte. Recuerda que eres el arquitecto de tu propio destino y que tienes el poder de dar forma a tu vida de la manera que desees.
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